Mujeres

Mujeres. Wow que palabra tan llena de…todo.

Hoy quiero escribir sobre las mujeres de mi vida. Porque, señoras y señores en mis cortos 20 años he tenido el placer de encontrarme con mujeres gigantes, mujeres enormes que valen más que todo el oro del planeta.

Mujeres que luchan, mujeres con los ovarios bien puestos. Mujeres que ante las adversidades de la vida decidieron ponerse la camiseta y salir a pelearla. ¡Qué orgullosa me siento de ellas!

Las amo como a nadie, por cada SI que dan a diario en sus vidas, porque todos los días se levantan y la luchan, a pesar de que el mundo se les viene encima, a pesar de que el mundo las lastima. Mujeres tan valientes que es una pena que no haya libros sobre ellas, ni monumentos, o que no se las recuerde en un día particular a cada una de ellas.

Lo que hacen para ganarse mi admiración es simplemente enfrentar las consecuencias de todo lo que deciden… son mujeres que deciden pelearla frente a una enfermedad sin achicarse, cayéndose y volviéndose a levantar, mujeres que le dicen SI a una vida nueva a pesar de que el mundo esté en contra, mujeres que sonríen y hacen sonreír sinceramente a los demás a pesar de tener el corazón roto y no creer en el futuro; mujeres que apenas repunta el día lo comienzan al servicio de los demás, siempre dando y nunca nunca exigiendo…mujeres que en realidad son ángeles encubiertos…cada una de ellas se encarga de alegrar mi vida, de enseñarme, de contenerme, de amarme sinceramente aún cuando no lo merezco.

Dios bendiga a estas mujeres, por siempre, cada día del mundo… porque ellas le aportan al mundo eso que tanta falta hace en estos días, AMOR. Por eso somos tan importantes las mujeres en este mundo, porque tenemos esa capacidad de amar infinita, que hace que la vida sea más llevadera, que la dinámica del mundo no se estanque en la destrucción…

Por eso, hoy quería escribirlas, aunque sea algo cortito para hacerles saber de alguna forma que lo que hacen cuenta, nos llega y nos sana, todos y cada unos de sus gestos.

Gracias por tanto amor y vida entregada.

Las amo más de lo que se puede escribir.