Hoy fue un día distinto.
Hoy te tuve a vos, que sos distinto a todo.
Distinto porque vengo cargada de lluvias, nubes y
tristezas. Y vos venís siendo sol, aire y risas.
Te me acercaste con esa mirada cómplice, pícara y
tierna que me sacó la primera sonrisa sincera en el día.
Hablamos de todo y de nada, reímos por cada cosa que
se nos ocurrió.
Tomamos helado a pesar del invierno, tuvimos nuestro
ataque de cosquillas, tuvimos nuestros abrazos y besos, tuvimos nuestro paseo
por el pasado, pero nunca nunca mencionamos el futuro, ese que es tan confuso.
Pero extrañamente no importó, porque estuve en tus
brazos, porque hoy nos dedicamos al hoy.
Es extraña la manera en la que me calmás. Creo que
es porque estar con vos no me recuerda a nada, simplemente me recuerda a vos.
Así que hoy tuve un día de sol.
Lástima que mi vida transcurra en el polo norte.
Habrá que esperar otros seis meses para volver a estar con vos.
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