Quiero
un hombre que me devuelva la capacidad de soñar, uno que me haga sonreír sin
proponérselo y que nadie pueda arrebatarme la sonrisa de idiota de mi cara.
Quiero
a alguien que sea capaz de soportar mis locuras con una sonrisa, que entienda que
es fundamental para mí acostarme en el pasto a mirar las nubes pasar, o a
contar las estrellas.
Quiero
que sepa que abrazarme es lo mejor que puede hacer en cualquier situación, en
la tristeza, el llanto, la alegría o la felicidad… que mirarme a los ojos y
decirme como se siente es algo fundamental.
Quiero
que entienda que mi mente no funciona igual que la de los demás, y que muchas
veces me contradigo, pero eso es porque aún estoy aprendiendo a valorar mis
propias opiniones y a sostenerlas, haciéndome cargo de las consecuencias de
ellas.
Quiero
a ese chico que sea capaz de ver lo más oscuro que hay dentro de mí, eso que me
avergüenza y que aborrezco, y aún así me elija. No busco que sus demonios se
complementen con los míos, ni que los ahuyente. Pero si lo amaría si me ayuda a
enfrentarlos y a integrarlos a mi ser.
Quiero
a esa persona que pueda comprender el amor que le tengo a los jóvenes y a Dios,
que pueda ver que esa es mi vocación y que voy a seguirla hasta el final. Que
no intente apartarme de ella, sino que se integre a ella y los dos podamos ser
felices con esa misión.
Quiero
que comprenda que soy una loca desquiciada, algo egoísta, que me gusta tener
siempre la razón, verborrágica crónica, sarcástica, sin filtro, boca sucia,
pervertida, ocultamente tierna, romántica hasta el hueso aunque me empeñe en
negarlo y un completo y verdadero desastre.
Quiero
que me sorprenda cada día con locuras, y gestos vomitivamente románticos que por más que le diga “¿cómo vas a
hacer eso?” Internamente lo estoy amando y le voy a seguir la corriente, porque
también es lo que yo quiero.
Quiero
a alguien que me deje conocerlo entero, de pies a cabeza, que pueda mirarlo y
saber qué es lo que piensa, que lo vea hacer un gesto y ría, porque ya sé que
es lo que quiere decir… también quiero que me deje ver su lado oscuro y me deje
elegirlo cada día, para construir un futuro juntos.
Quiero
a mi lado a un chico que pueda elegir amar todos los días, pero por sobre todo
de un chico que me llegue a mi alma tan profundo, que haga que mis defensas
bajen y de una vez por todas me deje amar de verdad.
Así
que si te vas a enamorar de mí, te lo advierto: Te vas a estar enamorando de
mis miedos, de mis constantes inseguridades, de mis millones de dudas diarias,
de mi total y completa inmadurez, de una persona que necesita que siempre la
hagan sentir especial, te vas a enamorar de mi no tan memorable pasado, de mis
esperanzas y sueños nuevos, así como también de mis sueños rotos, de mis metas
inalcanzables pero de las alcanzable también, de mis ilusiones, de mi anhelo de
cambiar al mundo, de mis incoherencias, de mis días de amargura, de felicidad,
de tristeza, de preocupación, de mi enojo e idiotez, de mi histeriquismo
incansable. Te vas a estar enamorando de mi mirada sincera y transparente, de
mi sonrisa y mis sonrojos de idiota enamorada, te vas a enamorar de cada gesto
asquerosamente cursi que haga por y para vos, de las estupideces que voy a
decir sin cansancio para hacerte sonreír. De los cuentos o intentos de poesía
que voy a escribir en las noches de desvelo pensando solamente en vos. Pero ¿sabés
qué? Para mí lo más importante es que te estarás enamorando de mí, y
eligiéndome cada día a pesar de que
pensé que sería imposible…