Un abrazo tuyo es como un milagro. Es como la brisa, suave, cálido. Me hace
sentir como en casa, como en ese hogar en el que se encuentra la paz y donde
uno sientre que el mundo va a estar bien.
Es justo ahí donde quiero estar y es justo ahí donde nunca podré estar. Porque
así como tu abrazo es un milagro, también es un sueño, uno hermoso, pero
lejano. Es tan triste haber vivido un sueño y al despertar no poder hacerlo
realidad…uno siente que desperdició tiempo, ilusiones y fuerzas. Porque así me
siento ahora, SIN FUERZAS. Sin fuerzas para volver a empezar, para volver a
armar…y el ver un sueño todo roto provoca tal desolación, que en ese momento es
realmente dificil concebir la idea de volver a armarlo… ¿y cómo volver a armar
un sueño roto? La idea me parece sencillamente imposible porque uno ya no
sueña, sino que ve la realidad tras ese sueño. Y ser realista apesta. Porque la
vida tiene un matiz amargo siempre. Monótona, absurda, sin sentido… podría
nombrarla de miles de formas pero el punto es que descubrí que la vida sin
sueños NO ES VIDA. Es la capacidad de soñar la que nos moviliza, la que te
anima a levantarte cada día, creyendo que este es tu día.
Por eso un sueño roto duele tanto. Porque tu vida se muere un poquitín más,
porque sos un poquitín más realista y cuando eso pasa de joven DUELE y sin que
lo notes tu mirada se endurece, solo un poco, pero lo suficiente como para
descartar toda la gama de posibilidades que te iba a dar ese sueño ya muerto. Y
te hace duro…la gente prefiere decir que tienes que seguir y que seguro serás
más fuerte, pero es mentira. Solo te recubres de una capa de desilusión y
amargura, no eres más fuerte por hacer como si nada hubiera pasado y siguiendo
adelante, NO. Solo eres más idiota y “duro” pero por dentro estás tan
destrozado que no te caes en pedazos solo por esa capa dura que te sostiene, y
tú ni siquiera lo notas… sin embargo en tu mirada si se refleja…pero… aaayy
Dios, el ser humano es el animal más idiota que he tenido la oportunidad de
conocer… son tantos los sueños rotos dentro de cada persona que ya ni nos
miramos a los ojos, que somos totalmente ciegos al dolor del otro… tenemos esa
venda en los ojos y ni siquiera nos damos cuenta… aaayyy Señor, estoy muy
seugra de que no nos creaste para esto, que somos mucho más de lo que la gente
ve, mucho más de los que nosotros vemos…
¿Por qué estamos tan pendientes de cómo nos ven los otros que ni siquiera
nos están viendo de verdad? Estoy asqueada de este mundo de mentiras, de este
mundo donde ser verdadero te hace vivir apartado. Porque sí, estoy apartada del
mundo, porque si bien no veo con claridad todavía, ya no noy ciega y se ven
borrones… y no puedo tolerar ver como cada uno se carga a si mismo todo roto,
como si eso fuera lo mejor que pudieran hacer, lo muestran, lo exhiben a los
demás orgullosos y los otros idiotas aplauden. Me enferma tanto cinismo, ver
como nos destrozamos a nosotros mismos día a día, solo porque “la vida sigue”
¡POR DIOS! ES TU JODIDA VIDA, NO LA DE LOS DEMÁS! Y tampoco sabemos aplicar eso
porque lo usamos para cagarla más, no para sanar.
Así que me vale una mierda estar apartada en este momento, sé que estoy en
los inicios de mi libertad DE VERDAD. Así que ahora me voy a parar y no voy a
seguir el puto ritmo del mundo. Me voy a parar a llorar mi sueño roto, a ese
pedazo de alma que se perdió y que pienso recuperar porque mi mirada no se va a
endurecer, porque quiero ser yo y no una piedra. Porque voy a sufrir y a llorar
como nunca aunque el mundo me lo prohiba, porque tengo un sueño roto y HOY me
siento mal por ello. El tiempo pasará, yo creceré y seré FUERTE DE VERDAD
porque entenderé que ese no era el SUEÑO DE DIOS PARA MÍ. Y si de algo estoy
convencida es que mis sueños comparados con los que Dios tiene para mí, son un
poroto.
Y mis ojos se dulcifican, solo un poco…pero son reales.
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